miércoles, febrero 21, 2007

El maravilloso mundo de las MODAS MONGOLAS

La moda. Desde que el ser humano existe, existe la moda. Puedes estar mas o menos metido en este frívolo mundillo pero jamás de los jamases puedes escapar por completo de sus insidiosas redes.

Así que si eres uno de esos Freaks Pajeros que se enorgullecen por no pisar un Zara o un Springfield para vestir como todo hijo de vecino, que sepas que aun así sigues estando dentro de ese circulo vicioso llamado MODA.

Desde el bakala más descerebrado que se deja mullet y viste con camisetas rosas, al Frakonte asocial que siempre viste la misma costrosa sudadera de Megadeth, pasando por los perroflautas rocksteady más radicales, todos ellos van a la moda según su grupo de referencia.

Por qué te preguntaras. Sencillo: siempre deseamos ser aceptados por nuestro grupo, aunque este sea un grupo marginal marginal.

El Yumas será mas aceptado en la Spook si viste una camiseta hecha como de retales 5 tallas menos, apretada en sus inflados pectorales, como si de un CONDON se tratase.

Nelson José será más aceptado en su grupúsculo de aprendices de gangstas si viste una de esas simiescas sudaderas 5 tallas más grandes, amarilla y negra en la que se lea con letras bien grandotas la palabra RESPECT.

Fernando Abarca será mas aceptado en su grupo de rol de “Vampiro la mascarada y tendrá una posibilidad de tocarle una teta ( a cambio de una carta de Magic de inconmensurable poder ) a su amiga gótica si viste su sudadera mugrienta de Megadeth …así podríamos seguir colectivo por colectivo , miembro por miembro. Ya sabéis que en Aguachumein para liberarnos de carga cognitiva preferimos reunir a la gente por TAXONOMIAS.

Pero hablemos de la moda. Cuando empieza nuestra pasión por la moda. La moda siempre esta ahí, desde nuestra mas tierna infancia. En esa época, en la que somos auténticos perversos polimorfos dominados por potentes pulsiones sexuales, la moda aparece en la única forma que es posible, ya que por influencia paterna y dependencia económica es imposible “crearte” un estilo. La moda en la infancia aparece en forma de pequeñas posesiones materiales.

Los nanos (por lo menos antes, ahora son aprendices de chuloputas gangstas y preteens de sumiso carácter y temprana afición por el sexo oral) manifiestan las modas acumulando toda clase de pequeños objetos, en su mayoría absurdos e inútiles.

Si el vecino lo tiene y el hamijo de clase también, tu vas a ser menos? NO. Este articulo es un pequeño compendio de artículos mongólicos, que en su día hicieron las delicias de muchos de los que escribimos en este blog.

Lejos de tener una utilidad concreta, para lo único q servían era para ser cools y no ser rechazados por el grupo. Por supuesto faltan muchos objetos y agradeceríamos en los comentarios de este artículo una pequeña reseña de estos para ir ampliando la lista .Sin mas preámbulos…comencemos:

LOS CHINITOS DE LA SUERTE, CHUPETES DE LA SUERTE, POLLAS EN VINAGRE DE LA SUERTE:

Que tendremos los latinos que estamos tan sumamente obsesionados con la suerte. Por que creedme hamijos míos, los únicos q tuvieron suerte con todas esta movidas eran los creadores de tan mongólicos accesorios, comprados compulsivamente por catetos supersticiosos capaces de pensar que su vida amorosa depende de algo tan gilipollas como colgarse en el llavero un trozo de madera atado con un hilo.

Estos astutos ejecutivos, y los niggas nigerianos que los vendían (los cuales atónitos y acostumbrados a recibir la mas terrible de las indiferencias observaban como por una vez en su vida la gente iba a ellos a comprarles su mercancía y no a la inversa) fueron los grandes beneficiados de esta absurda fiebre.

Los chinitos de la suerte son quizás una de las primeras modas mongólicas que mi turbia mente recuerda. Básicamente eran unos monigotes de madera pintados de colores y atados a un hilo. Cada color representaba suerte en un campo y solían colgarse por ejemplo en las llaves. Yo personalmente tenia un chinito de la suerte de tangue, compuesto por 2 piezas, sin cara, y además era simplemente de color AZUL. Ni que decir tiene que el no tener un chinito de la suerte “original” era motivo de exclusión social infantil cuando la conversación se centraba en estos pequeños abalorios de madera.

Con mas claridad recuerdo los imbéciles “chupetes de la suerte” ya que lo de los chinitos tenia su gracia, pero el colgarse un chupete de plástico de colorines era de juzgado de guardia.

La imagen de ver a mas de media población adolescente rememorando su pasado oral, chupando compulsivamente un chupete de plástico duro atado a la misma cadena de oro de su comunión, es un icono que aun hoy en día rememoro en esas largas y sudorosas noches de pesadilla que todos pasamos en ocasiones.

LA MANO LOCA:

Si mal no recuerdo llego a cohabitar con los chinitos de la suerte en los casposos años 80.Servidor como no podía ser menos, tenia una (de color rojo).Su precio aun lo recuerdo, 25 pesetas. Solía venderse dentro de una bolsa de plástico transparente, junto con un papelito, donde a modo de cómic podíamos ver las utilidades de este artilugio. Si mal no recuerdo, las utilidades oscilaban desde coger dinero del suelo (para devolvérselo a un tipo que lo había perdido) hasta hostiar a unos gamberros.

El final de este breve comic de 3 viñetas era un niño feliz diciendo “Gracias mano Loca¡¡”.Pero la realidad distaba mucho de lo visto en este comic. La mano loca era un filamento de plástico que terminaba emulando la forma de una mano, fabricado de un plástico pegajoso que al tocar 2 o 3 cosas perdía su poder adhesivo. Para que lo recuperase según las instrucciones debíamos lavarla con agua y jabón aunque solo con agua valía. El problema es que la mano loca ya no era la misma, perdiendo su cristalino color a uno más parduzco y asqueroso.

Sus utilidades? A diferencia de lo indicado en las instrucciones, la mano loca ni servia para defenderse ni para coger cosas. Para lo único que servia era para:

Para flagelar a alguien con ella a modo de látigo

Para putear a alguna niña de clase q le diese asco (parecía un gusano y su tacto era repulsivo)

Y la mejor de todas: para hacer carreras en las paredes. Consistía en coger 2 manos locas con potencial pegajosil, hacerlas una bola y estamparlas contra la pared. La mano loca q llegaba antes al suelo sin desprenderse ganaba. Emocionante como las carreras de galgos (O mas).

La mano loca no fue un objeto mongo sin mas. Fue el icono de una generación, siendo además relanzada en sucesivas ocasiones, viviendo un ciclo vital de unos 10 años de vida. Fue regalo estrella de los Phoskitos y de otros muchos productos de bollería y/o patatas fritas, además de ser rediseñada en los años siguientes en forma de bola pegajosa, de pulpo pegajoso y demás. Pero como la primigenia y original mano loca de 25 pesetas…NINGUNA.

GASTARSE 20 DUROS EN CHICLES:

Aquí intento englobar todas esas colecciones de cromos y chicles de duro que hicieron furor en los años 80. Lejos de las mariconadas actuales, y esos chicles asépticos que intentan vendernos, los chiles de aquellos años tenían un simple y potente atributo que obligaba a comprarlos en cantidades industriales: UN CROMO.

El cromo, normalmente un adhesivo cutre pegado en papel encerado, solía reflejar una serie y/o película de moda. La calidad de estos chicles era simplemente nula, siendo un trozo de goma 2 con ingentes cantidades de azúcar y un sabor a fresa plastificada que aun hoy en día retumba en nuestro sistema límbico.

Por que comprábamos estos chicles de manera compulsiva? Algunos solían traer aleatoriamente regalos, como los chicles de Batman y en ocasiones te tocaba una pegatina con el escudo del murciélago BASTISIMA (recordemos, finales de los 80, pleno apogeo de la Spook, por lo que aquel con una pegatina de un murciélago en su cuaderno, era el autentico amo del colegio por la similitud de ambos logos ).

Otros prometían un fastuoso regalo si completabas un álbum. Los mas rastreros traían consigo una especie de rascador que emulaba una maquina tragaperras, y si salía una jugada premiada podías elegir un regalo, una maquinita de estas LCD tan codiciadas en los años 80.Esto promovió en mas de un infante una predisposición a padecer futuros problemas de ludopatía.

Pero sin duda, recuerdo 3 colecciones de chicles/cromos que me han traumatizado. Las 3 colecciones que como un adicto te obligaban a ir al kiosco y gastarte toda la paga de la semana en chicles, que posteriormente solías tirar, o masticarlos todos simultáneamente en pleno acto de despecho y rabia.

La primera data de los profundos años 80.Con el nombre de “Sabias que?” los chicles nos prometían regalarnos un guapísimo robot teledirigido si completábamos un álbum donde se pegaban cromos ( de papel encerado sin adhesivo ) en los que nos contaban curiosidades sobre la naturaleza. Ni que decir tiene que de los 25 cromos que componían la colección, tan solo salían 5 repetidos compulsivamente, con el resultado frustrante que conllevaba.

Otra mítica colección trataba sobre videojuegos de Spectrum y cada cromo era una alucinante portada de estos videojuegos, algunas ilustradas por Luís Royo o Corominas .El premio al completar un álbum, era un flamante Spectrum. Como la anterior colección, el rango de cromos que salían era muy escaso por lo que conseguir el premio era poco menos que imposible. Si querías un Spectrum , lo mejor por aquellos tiempos era comerles la cabeza a tus padres con el mítico argumento de que Te ayudaría a hacer los deberes

Pero el trauma infantil, lo que me obligo a aborrecer los chicles fue la colección de GI JOE. El álbum era minúsculo (unos 30 cromos adhesivos). En cada cromo podíamos ver una descripción de estos belicosos y fachas monigotes que velaban por la paz mundial .La putada de estos cromos no era como en los de “Sabias que “, donde el margen de cromos era de 5 unidades , sino que aquí todos eran relativamente frecuentes…excepto uno…

TOXO VIBORA (no confundir con un toxicómano leyendo el Víbora) era el puto cromo que a todo el mundo el faltaba. Servidor JAMAS llego a ver ninguno y eso que absolutamente todo el mundo, como gilipollas, comían chicles de Gi Joe para completar el álbum y conseguir el premio (creo que eran 3 figuras y un vehiculo).

Recuerdo el ir al kiosco, comprar 20 duros en chicles, salir, abrirlos compulsivamente y acto seguido darle los chicles a un perro, o simplemente tirárselos a la cabeza de alguien. Con la frustración y perdida de dinero que conllevaba.

Y con las pegatinas repetidas, muy típico era el ir a un portal y forrarlo con ellas (además eran estas pegatinas hijasdeputa que al quitarlas dejaban todo perdido de restos de pegamento y papel ) o hacer mil y una putadas por el estilo.

Así que deje de comer chicles y esos 20 duros casi diarios los metí en una hucha. Al poco tiempo tuve suficiente pasta ahorrada para comprarme mis 3 Gi Joes (no me llego para un vehiculo…pero menos es nada)

LAS FOTOCOPIAS DE DRAGON BALL/CARTAS PERFUMADAS:

A principios de los 90 España sufre lo que los frakontes Otakus llaman “invasión del anime “. En TELECIRCO , una cadena de televisión privada que rozaba el tercermundismo por aquel entonces, basando su programación en tetas de mulatas, músicas caribeñas y demás mierdas, infecta su parrilla con series de animación japonesas, muchas de ellas recicladas/censuradas de sus versiones italianas ( aun mas casposas ).

Y entre todas estas series (caballeros del zodiaco, Lupen III) reluce una especialmente. Fue la primera en emitirse, principalmente por cadenas autonómicas en el lenguaje de cada provincia. Así, desde “As Bolas Máxicas “( si no me equivoco ) de Galicia , al “ Bola de drac “ de los canales en catalán y valenciano , Dragon Ball supuso todo un fenómeno, un shock del que aun hoy en día muchos se están recuperando.

Por aquel entonces, al igual que hoy en día existían las tiendas de comics. Solo que lejos de esas sobrecargadas tiendas de mechandising que tenemos hoy en día, infectadas por Emos comprando tomos de BLEACH, aquellas eran mucho mas sobrias y se nutrían fundamentalmente de la venta de comic book americano, y coleccionismo de comics nacionales.

Pero algún iluminado trajo algún tomo de Dragon Ball japonés. Y como por aquel entonces los infantes no tenían la suficiente pasta para pagar uno de estos libros (que recuerdo q valían una autentica pastaza, en torno a las 2500 pesetas y encima estaban en japonés) decidieron fotocopiarse las partes de este que mas CHANABAN. Como el resultado no quedaba del todo cutre, fue imitado, por el mismo mecanismo absurdo que se rigen todas las modas.

Lo mítico de esta moda fue su evolución y es que todo lo relacionado con Dragon Ball se fotocopiaba, con la consecuente cara de asombro del dependiente cuando iba algún nano a fotocopiar cosas tan bizarras como una camiseta de dragon ball.

Se fotocopiaban los Posters que regalaban con las papas, las pegatinas de los yogures, las carpetas…se hacían collages entre varias fotocopias, y para evitar los desperfectos de la sucesiva copia, se repasaban y/o pintaban .También circulaban dibujos creados por aficionados, dibujos calcados por los nanos en la pantalla de la tv, paralizando la imagen grabada en video ( cuantos cabezales murieron por aquel entonces ) , y lo mas mítico, los codiciados dibujos porno de Goku.

En uno taladraba a Bulma por detrás mientras le salía a esta el nabo por la boca, mientras que Goku decía aquello de “ Allargat bastó magic ¡¡”. En otro salía Bulma (objeto de las húmedas fantasías de todos los infantes) rodeada de nabos lefadores, rollo bukkake. Pese a que llegue a ver alguna de estas jamás pude conseguirlas.

Como contrapartida a la fiebre de las fotocopias, las niñas coleccionaron cartas perfumadas. Cientos, miles de hojas archivadas en libros , reventándolos por sus lomos, coleccionadas con una finalidad no muy clara .

Llegue a conocer a niñas capaces de irse a Valencia capital a recorrer las tiendas de todo a 100 en busca de libretas perfumadas exóticas y desconocidas . Lo que más recuerdo es el momento en que alguna niña del colegio te enseñaba ceremoniosamente su colección, y como al abrir la carpeta o libro en cuestión, salía un olor químico, como a insecticida, que te pegaba tal hostia de la que era difícil sobrevivir. Como la gran mayoría de modas mongolas, de un día para otro, ambas modas (las fotocopias, y las cartas perfumadas) desaparecieron.

LAS BOLAS EXPLOSIVAS:

Los que hoy en día rozamos los 25/30 años debemos de tener un sistema inmunológico de autentico granito, ya que el 80% de los juguetes que poseíamos eran tóxicos .El blandiblub, los collares estos fluorescentes…y las bolas explosivas.

Básicamente eran 2 bolas de piedra recubiertas de fósforo, por lo que al chocarse emitían una pequeña explosión y un pestazo a cerillas de la hostia. Una buena idea de no ser por estar recubiertas de un material venenoso que obligo a su pronta retirada del mercado. Por cierto se vendían en contacto con las gominolas y su precio era de unas 75 pesetas.

LA PULSERA DE HIERRO QUE SE AJUSTABA SOLA A LA MUÑECA:

A finales de los 80 principios de los 90, lo cibertrónico estaba de moda. Las cosas mecánicas que parecían vivas arrasaban. La música Tecnho era la BSO de nuestras vidas. Esto puede verse reflejado en manifestaciones culturales como el cine, la literatura, los cromos y las cajas de cereales (y en ningún sitio más).

Esta pulsera metálica combinaba en un mismo ítem un objeto cool, el sonido metálico que emitía cuando se ajustaba, y sobre todo la inutilidad mongólica de estos artículos que estamos comentando.

Básicamente se trataba de un trozo de fino metal alargado, forrado por una tela estampada con motivos cherokees de tangue, cuya esperanza de vida era proporcional a la calidad de sus materiales (es decir, minutos).

Se adquiría en kioscos y su precio oscilaba en torno a las 100 pesetas. Lo guay de esta pulsera es que quitada era una lámina alargada, que al golpearla en nuestra muñeca, se acoplaba a su forma de forma completamente automática. A los 2 o 3 movimientos de quita y pon empezaba a joderse, no se ajustaba bien, perdía elasticidad, etc.

Lo más mítico de este objeto fue cuando a algún iluminado le dio por quitarle la parte de tela que forraba la banda de metal, dejando unos afiladísimos bordes como cuchillas, que para colmo, se encontraban excesivamente cercanos a un sitio tan vital como son las venas de las muñecas. Pero oye, sin la tela quedaba más grunge.

Desgraciadamente lo q tuvo que pasar paso, en mi colegio una niña se corto las venas de parte a parte jugando con una de estas pulseras de metal sin forro de tela. Si mal no recuerdo creo que su venta fue prohibida, por lo menos en la comunidad valenciana .En cuanto a la niña, sobrevivió (por desgracia)

EL COLLAR DE PUNTILLA QUE IMITABA UN TATUAJE EN EL CUELLO:

Saltamos adelante unos años y nos plantamos a mediados de los 90. Algún tipo avispado saca a la venta un artilugio por el que cientos de miles de niñas (y no tan niñas) suspiran y hacen cola para adquirirlo. Básicamente era una especie de collar realizado como con hilos elásticos, que una vez colocado, y visto de lejos emulaba un tatuaje que rodeaba el cuello de la susodicha.

Los puntos de la Protojenny en la escala de la carne aumentaban enormemente cuando se colocaba esta especie de sambenito putil. Para más INRI, había de varios colores.

Mítica es una escena que tengo grabada a fuego en mi memoria en la que hablé con una chica que llevaba uno de estos absurdos collares.

La chica estaba tirando a fanegas por lo que tenia un “cuello toro” nada concordante con su edad. Por desgracia el collar le iba algo estrecho por lo que podían observarse minilorzas que pugnaban por salir de esa prisión de hilo. Algo esperpéntico.

LA CAMISETA DEL MERCADILLO CON UNAS MANOS EN LAS TETAS Y EL LEMA DON´T TOUCH :

Cohabitó temporalmente con el collar de puntilla, la combinación de ambos productos made in mercadillo de gitanos permitía llegar a la Jenny en cuestión a un nivel de nirvana superior por el módico precio de una moneda de 100 duros. Básicamente esta camiseta fue una especie de boom que toda hija de vecina llevaba.

La camiseta, negra zaina, era adornada con unas cadavéricas palmas de manos que rodeaban cada lustrosa teta .Debajo, el anacrónico lema “ Don´t Touch” ( no tocar).

Llegue incluso a ver una versión en pantalón donde las manos estaban situadas en el culo .Y si, antes de que me lo preguntéis, he llegado a ver a tías con la camiseta y el pantalón a juego. Solo les faltaba otra mano pintada, y os aseguro que no es en la entrepierna.

LAS PULSERAS DE GOMA :

Son el perfecto paradigma de moda MONGOLA, y de su estudio podremos concluir una gran cantidad de cosas muy interesantes. De propagación relativamente reciente ( unos 2 o 3 años) estos auténticos grilletes de goma ( gracias biblioteca de Mufasa ) conquistaron y lavaron el cerebro a partes iguales no solo a los niños de hace unos 2 años, también a toda Jenny y bakala que se puso a tiro.

Los ingredientes? Todos los básicos para que se de una autentica plaga gilipollas.

Primero, el inicio de la moda fue en una época estival. Que tendrá el verano que permite que las neuronas se aturdan y la gente termine realizando conductas anormales como esta .Ocurrió con los chinitos de la suerte, ocurrió con los chupetes y de nuevo ocurrió con las pulseras de plástico. Si quieres lanzar una moda mongola, hazlo en época de calor. Triunfara más.

El segundo ingrediente era la supuesta “Labor social “de estas pulseras. Así cada color representaba luchar a favor o en contra de cosas como el racismo, el sida (o sidra), el cáncer, el sagitario…Daba igual que el Jonah fuese un facha de cuidado, y que militase en España 2000, su pulserita negra y blanca entrelazada denotaba un enorme respeto ( o respecto) por todas las razas ( mientras estas jueguen a fútbol, no hablen y metan goles off course)

El tercer y vital aspecto fue el apoyo que esta moda mongola recibió de grandes celebridades del mundo de la farándula, es decir los FUTBOLISTAS. Si Beckam se pone una pulsera así y protagoniza anuncios de maquinillas de afeitar mientras macizas lo soban lascivamente, que menos vas a ser tú.

Al día siguiente ibas al punto de venta particular (3 eurazos por un trozo de plástico) a por tu pulsera de goma ya que por identificación creías que con dicha pulsera aumentarías un escalón de éxito en tu vida social y sexual.

El problema de dichas pulseras es que su éxito fue tan arrollador que el mensaje se corrompió, existiendo miles de diferentes colores, algunas con mensajes contradictorios. Nosotros incluso tenemos unas PERSONALIZADAS, ya que nigro curraba en una empresa de inyección de plástico. Nuestros lemas son con mantras tan míticos como: CALDOFDRAN POWER , o GUS ES GAY.

LAS CARTAS CON LA PESETA PEGADA

La ultima de las modas MONGOLAS, y decimos moda por que podían pasar años sin recibir una, o en 1 mes recibir 20. Antecesor del spam de hoy en día, consistía en una carta fotocopiada hasta la saciedad, donde se decía que el original se encontraba depositado en un museo y que en caso de no enviarse 20 copias con 20 pesetas pegadas en X tiempo, una enorme desgracia caería sobre nosotros.

Absurdo e idiota a partes iguales, yo siempre que recibía una, despegaba la peseta y solía gastarla comprando chicles de peseta (que existían) o unos palitos de regaliz finísimos con un precio de 2 por peseta.

Aunque ahora que lo pienso igual por eso me va la vida como me va hoy en día JAJAJ.


Y sin más terminamos este mastodóntico artículo con el cual hemos recordado algunas de estas modas gilipollas, entrañables y míticas a partes iguales. Hoy en día es prácticamente imposible que algunas de ellas se repitan. Otras se han adaptado a los nuevos tiempos , conviviendo aun hoy en día entre nosotros .Pero todas ellas tienen algo en común, son modas gilipollas capaces de rebajar al ser humano a lo que es , un autentico GILIPOLLAS.

Y tu, yo, y el de mas allá, hemos pasado por su aro en alguna ocasión. Así que no te sientas tan especial y presumas de ser un inadaptado social. Si eres teen tú también coleccionaste cartas perfumadas. Y si eres un tío, seguramente buscaste como loco las fotocopias porno de dragon ball. Aunque lo niegues, formas y formaste parte de ese ciclo sin fin que es LA MODA.